Cómo elegir la mejora Cámara Réflex Barata. Comparativa y Recomendaciones.

Hoy en día la mayoría de la gente ni siquiera tiene una cámara de fotos en sí, o se conforman con una buena compacta. Las que llevan incorporadas los móviles de última generación son de alta calidad e incorporan todo tipo de prestaciones interesantes como la regulación del brillo del flash, la posibilidad de hacer fotografías panorámicas, los objetivos ojos de pez…además de herramientas de edición básica de imágenes, así que en un primer pensamiento podemos pensar ¿para qué necesito una réflex ? ¿Cuándo la voy a utilizar? Es normal preguntarse esto, pero si las cámaras réflex de bajo precio siguen vendiéndose como churros entre la gente profesional y no profesional por algo será: proporcionan una experiencia de usuario distinta y una calidad de imagen muy superior.

QUÉ CÁMARA RÉFLEX COMPRAR

El interior de una réflex: a través del espejo.

¿Qué las hace tan diferentes? Lo principal y el por qué se llaman réflex: usan un espejo para reflejar la luz que entra por el objetivo y la conduce hasta el visor, de manera que el usuario pueda enfocar debidamente. Simple pero muy efectivo. Para ello, dispone de una especie de prisma en la parte superior de la cámara que da la vuelta a la imagen reflejada, y la hace llegar invertida.

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Bien, pero estas cámaras normalmente suelen ser carísimas, yo quiero una buena cámara pero tampoco quiero pagar tanto. ¿Cuál me compro? (Si estás buscando Cámaras Réflex de alta Gama, lee este artículo). Por supuesto, no es lógico que un principiante elija para empezar una réflex de 2000 o 3000€ pensada para uso profesional. ¿El motivo? Además del presupuesto hay un sinfín de cosas que un principiante normalmente desconoce, pero en las que hay que fijarse para elegir la cámara que más conviene a cada uno. (Muchas veces, si no tenemos claro qué queremos, acabamos pagando de más por capacidades de la cámara que no vamos a utilizar nunca).

Cámara MIRRORLESS: Una opción muy recomendable para principiantes.

Son una versión “de bolsillo” de las réflex que funcionan a través de un sensor electrónico y en las que la foto se toma mirando el encuadre en una pantalla, cosa que puede ser adecuada para muchos amateurs. Aquí el sensor fotográfico está expuesto a la luz todo el rato. Esto no da una preview digital de la imagen, por lo que facilita mucho las cosas.

CÁMARA RÉFLEX CANON EOS 1300D

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Esta es la cámara más barata que os recomendamos pero que tiene una calidad tremenda. Un sensor 18,7Mp que graba en fullHD 1080P con una aceptable calidad de sonido (aunque tiene también una entrada de minijack para poder incorporar un micrófono). En cuanto a posibilidad de conexión Wifi: Funciona más que bien e incluso también se conecta incluso hasta a tu móvil para poder traspasar imágenes entre dispositivos.

En definitiva una máquina que cumple con lo que promete más que de sobra: un precio superajustado ideal para ser la puerta de entrada en el mundo de las réflex.

En todo caso, los factores que hay que tener en cuenta son los siguientes:

• Presupuesto: No sólo hay que tener en cuenta cuanto se quiere o puede gastar, sino que también hay que decidir qué parte se va a destinar a la cámara en sí misma y cuánto a la compra de accesorios, que son los que realmente van a dar carácter a las fotos. En ese sentido también es importante saber qué accesorios vienen de serie con cada cámara. Podemos tener una buena cámara réflex para empezar a partir de unos 500€ aproximadamente.
• Objetivo: Es fundamental, ya que un buen objetivo captará mejor la luz que uno mediocre. El objetivo regula la luz que admite e incluso puede deformar las imágenes. La mayoría de las cámaras réflex incluyen un objetivo de serie, y es importante saber cómo es este objetivo antes de decidir comprar la cámara. De todas formas, una de las ventajas de las réflex es que puedes elegir tú el objetivo que quieras acoplarle pudiendo incrementar mucho el precio
  
• Accesorios: Hay que repasar y  conocer los accesorios antes de adquirirlos, así que no hay que dejarse deslumbrar por cámaras que llevan muchos accesorios de serie si no sabemos qué vamos a utilizarlos realmente. (por ejemplo, flashes especiales para interior, conexiones bluetooth o wifi, etc..)
  
• Megapíxeles: Sí, son importantes, aunque no tanto como la gente cree. a más megapixeles simplemente lo que nos indica es que las fotos tendrán más resolución. Esto puede ser muy importante por ejemplo para hacer fotos de moda (donde se utiliza mucho el photoshop) o para trabajos profesionales, pero si lo que quieres es ver tus fotos bien en tu ordenador o imprimirlas a tamaños no muy grandes, no es un aspecto tan vital. ojo! teniendo siempre en cuenta que cualquier cámara que os recomendemos ya de por sí tendrá Mpíxels de sobra. (Lejos quedan aquellos tiempos a principios de los dos mil en que sí era muy importante fijarse en los megapixels ya que era difícil encontrar nada más allá de 5Mpíxels).  De todas formas y para no perderse, un consejo: Una cámara de 10 MP manejada por un buen fotógrafo dará buenas fotos, y una de 18 MP manejada por un mal fotógrafo dará malas fotos. No hay más.
  

Un pequeño truco es fijarse en la numeración de los nombres de las cámaras, ya que suelen indicar, con contadas excepciones, el nivel de usuario para el que se destina cada modelo: los millares para principiantes, las centenas para usuarios medios, las decenas para usuarios avanzados o semiprofesionales y las unidades para profesionales. Así, una Nikon D5300 sería para principiantes, mientras que una Canon EOS 300D sería para usuarios intermedios.

NIKON D3200

Para empezar, una de las cámaras más recomendadas del mercado, la Nikon D3200. Pensada para principiantes y con la que, cuando salió al mercado en 2012, se pretendía revolucionar la gama media de este tipo de producto pasando de los 12 Mp que tenía el modelo anterior (D3100) a 24Mp, lo que la acercaba a la D750 semiprofesional. 

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También duplica el rango ISO de la anterior, situando en un rango de 100 a 6400.

En ese momento era lo mejor que se podía encontrar en el ámbito de las DX (cámaras de formato pequeño APS-C), y eso explica lo bien que se lleva vendiendo desde entonces, aguantando aún en estos tiempos como una cámara perfecta para empezar. Resolución aparte, es una buena cámara con una pantalla fija LCD de 3 pulgadas y 11 puntos focales. Su procesador es un Expeed 3. Aunque no dispone de conector para Wi-Fi, puede usarse con ella un adapatador para redes inalámbricas.

Su principal punto a favor es, obviamente la resolución de imagen, y que tiene una batería con un rendimiento aceptable, que da aproximadamente para 500 disparos. Es sencilla de utilizar (su lema publicitario era I’m easy for everyone), y, además del modo automático y el modo manual incorpora un “modo guía” que actúa como un maestro, ayudando al principiante a tomar las mejores decisiones en cada momento.

Su principal contra es que no dispone de pantalla táctil, como sí tienen la mayoría de las cámaras actuales, no puede grabar en Full HD y es algo lenta. 

Aun así aunque se le notan un poco las costuras de ser un modelo antiguo sigue siendo muy valorada incluso en el mercado de segunda mano, ya que  se vende relativamente cara. Ronda los 500 € nueva y es muy difícil encontrarla de segunda mano por menos de 300 €.

CANON EOS 200D

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A diferencia de la Nikon D3200 la Canon EOS 200D no pretendió nunca ser revolucionaria, sólo ser práctica. De hecho, seguía los pasos de la 300D, pensada para ser simple, asequible y pequeña, y Canon la vendió como cámara para principiantes a pesar de lo que indica su numeración.

Se trata de una cámara ultraligera, con abundancia de plástico en su carcasa y que prácticamente cabe en la palma de la mano, es decir, muy pequeña para lo normal en una cámara réflex. Eso hace que sea algo complicada de manejar por personas con las manos grandes, pero una gran alternativa a las cámaras compactas. 

Un pequeño problema es que aunque es compatible con más de 200 objetivos, es evidente que no está pensada para trabajar con los más aparatosos cuyo peso es mayor que el de la propia cámara y por tanto la hacen difícil de equilibrar.

Sus botones están muy bien identificados y eso ayuda a que el principiante vaya un poco guiado, pero no se trata en general de una cámara de uso simplificado, sino que es una réflex y como tal va a requerir cierto aprendizaje por parte del usuario. Para facilitar ese aprendizaje, contiene en sus menús explicaciones acerca de las distintas opciones de la cámara, a modo de manual.

Lo que es novedoso, aunque probablemente no sea lo que uno busca en una réflex, es que incorpora un modo “selfie” a imitación del presente en smartphones y tablets.

En cuanto a la calidad de imagen, en vídeo el máximo es la resolución Full HD a 50fps, mientras que en lo que respecta a las fotos tiene 24.2 megapíxeles. También dispone de pantalla táctil de ángulo variable.

Su principal pro es su diseño único, que dice CANON a gritos siendo su principal contra un precio un poco más elevado dentro de su gama. Además, recordemos el hecho de que al ser tan pequeña queda descompensada con la mayoría de objetivos.

Pero si esto no es importante para tí como principiante y no vas a cambiar mucho de objetivo, es una adquisición más que interesante.

NIKON D3300

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La Nikon D3300 no es otra cosa que una especie de reedición mejorada de su antecesora, la D3200. Sigue sin incorporar wi-fi (aunque comprando un pequeño aparato de unos 50€ se puede solucionar), su pantalla LCD, aunque mejor que la de la D2300, no se puede mover y sigue teniendo las mismas características de calidad de fotografía: 24,2 megapíxeles, 11 puntos AF… La batería también es la misma, ya que su autonomía es suficiente.

Ahora bien, sí supone una reducción de tamaño: es un 30% más pequeña y un 25% más ligera que la D2300, lo cual la hace mucho más manejable (excepto si se tienen las manos muy grandes, como ya ocurría con la Canon EOS 200D) y su peso está bien balanceado, de manera que se maneja bien incluso con objetivos grandes, e incorpora a las características de la D2300 un procesador mucho más rápido.

Su precio es algo más bajo que la de el de su antecesora (al menos en el mercado de producto nuevo) y al ser de más reciente fabricación muestra una mayor compatibilidad con muchos accesorios, un modelo mejorado de la mítica superventas D3200.

NIKON D5300

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Y, por fin, la primera réflex de Nikon con wi-fi, la D5300, que permite enviar las fotos directamente a cualquier dispositivo móvil, ya funcione con iOS o con Android, y ser manipulada de forma remota a través de dispositivos como Google Home, Amazon Echo, o incluso desde el móvil. Esto implica que puede incluso servir de cámara de vigilancia para niños, por ejemplo, y que ya no hará falta programar una fotografía para poder salir en ella.

Pero, además, también tiene GPS, que permite geolocalizar con precisión milimétrica cada una de las fotografías, etiquetándolas con sus correspondientes coordenadas, para que uno nunca olvide dónde estaba ese lugar mágico en el que hizo esa fotaza.

Más allá de la conectividad, tiene 24.2 megapíxeles (una característica típica de Nikon), sensibilidad ISO máxima de 12.800, ampliable a 25.600, y 39 puntos de control en el enfoque AF, perfectos para captar fotos de objetos en movimiento.

Asimismo, su versatilidad es máxima gracias a su pantalla LCD de 3,2 pulgadas y orientable con la cual ya no será necesario adoptar posturas raras para fotografiar cosas situadas en sitios poco accesibles o en un ángulo incómodo.

En cuanto a la grabación de video, permite grabar hasta a 60 fps en HD e incorpora una entrada para un micrófono de ambiente externo de alta sensibilidad, característica que la convierte en una gran opción para usuarios avanzados.

Se trata sin duda de la mejor opción para usuarios intermedios o principiantes ya familiarizados con el uso de las réflex, ya que incorpora todas las facilidades de uso de la gama de iniciación de Nikon y parte de las características de la gama intermedia, con unos acabados fantásticos y con un precio que apenas si supera los 500€.

¿Entonces qué cámara de fotos me compro?

Como podéis ver, adentrarse en el mundo de las réflex no es tan complicado como en un momento pudiera parecer. Sólo basta con tener claros los 3 o 4 puntos importantes de los que os hemos hablado, elegir una cámara idónea para nuestras necesidades y algo de paciencia hasta empezar a dominarla.

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