¿Cuál elegir? ¿Puerta blindada o puerta acorazada?

La seguridad de nuestro hogar es un aspecto del bienestar de nuestra familia que no conviene descuidar en ningún momento, dado que hacerlo podría traer aparejadas consecuencias muy negativas. Por este motivo, y para aclarar las posibles dudas respecto a qué puerta poner en nuestra casa, hemos elaborado este artículo en el que mostramos dos de los mejores métodos para incrementar la seguridad de nuestro hogar.

Antes que nada, tenemos que decir que la mejor opción a la hora de cambiar la puerta de nuestro hogar es contar con empresas de gran experiencia, como Nocte Cerrajeros, dado que de esta forma podemos estar completamente seguros de que realmente estamos reforzando nuestra seguridad de la mejor forma posible.

Las puertas blindadas

Respecto a las puertas blindadas es importante saber que se trata de unas puertas reforzadas con barras de hierro y cerraduras más resistentes que las tradicionales, por lo que dificultan de sobremanera el «trabajo» de los ladrones menos experimentados o de los okupas.

No obstante, lo cierto es que los ladrones especializados en el asalto a domicilios saben cómo abrir las puertas blindadas, por lo que son adecuadas para proteger nuestros pisos y algo menos eficaces cuando nuestra casa es un chalet adosado y la entrada da directamente a la calle.

Las puertas acorazadas

Una de las diferencias más importantes entre las puertas blindadas y acorazadas consiste en que estas últimas son mucho más resistentes ante cualquier ataque que pueda sufrir nuestro domicilio, por lo que suelen ser las más demandadas por parte de aquellas personas que residen en urbanizaciones o en casas bajas.

Las puertas acorazadas se construyen íntegramente en acero, y se les suelen instalar planchas de madera con objetivos estéticos.

Este tipo de puertas cuentan con un sinfín de refuerzos de seguridad adicionales, siendo especialmente ilustrativo el hecho de que la cerradura, los cerrojos y pernos están integrados en la propia puerta acorazada.

En consecuencia, puede decirse que este tipo de puertas presenta muchas más dificultades para ser abiertas en comparación con las puertas blindadas y, sobre todo, con las tradicionales.

¿Cómo elegir?

Aunque ya hayamos apuntado que las puertas blindadas pueden ser más adecuadas para pisos y las acorazadas para exteriores, tal sugerencia no puede ser tomada como una máxima en la medida en que es posible que nuestro piso se encuentre en una zona en la que es necesario elegir un modelo acorazado o que nuestro chalet esté ubicado en una urbanización debidamente protegida y sea suficiente con instalar una puerta blindada.

En todo caso, la mejor forma de elegir es deteniéndonos a pensar cuál es nuestra necesidad real. Para ello, tendremos que considerar aspectos como el tipo de residencia (por ejemplo, si es habitual) o qué tal es la seguridad de la zona.

Si no estamos seguros acerca de qué tipo de puerta es más recomendable en nuestro caso, lo mejor es pedir consejo a profesionales del sector, ya que son los más capacitados para sugerirnos la mejor forma de reforzar la seguridad de nuestro hogar.

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