Pese a que actualmente el ritmo de vida que llevamos, bien sea por obligaciones laborales o familiares, en ocasiones conspira contra nosotros mismos, no nos permite cuidarnos todo lo que nosotros querríamos siempre se puede sacar un ratito en la comodidad del hogar para poder hacer un buen entrenamiento con el que relajarnos (si, decimos bien: RELAJARNOS) haciendo un poco de ejercicio con sus muchos beneficios que tienen.
Un buen gimnasio en casa con todo lo que necesitas para empezar.
Para ello, sólo tenemos que tener en cuenta unos cuantos aspectos que nos faciliten la (muy gratificante) tarea:
Conocer bien nuestro propio porcentaje de grasa en el cuerpo (algo que podemos hacer gracias a la bioimpedancia).
Tener espacio disponible suficiente en el que poder instalar alguna de las máquinas con las que entrenemos, como por ejemplo las bicicletas estáticas, cintas para correr o un banco de abdominales por poner algunos ejemplos. Es importante dejar márgenes suficientes a los lados de los aparatos para que podamos entrenar con facilidad.
Este mismo espacio debe ser lo más privado posible, no tanto porque nos vean, sino para que podamos tener un momento calmado en el que poder concentrarnos en lo que estamos haciendo sin interrupciones en nuestra rutina.
Por tanto, es muy recomendable evitar lugares de paso como Cocina, comedor o salón. Si podéis hacerlo en vuestra habitación o en el sótano, el entrenamiento que hagamos será mucho más efectivo.
El equipo que vayamos a utilizar debe ser el adecuado para el tipo de ejercicio que vayamos a realizar, pensando qué parte de nuestro cuerpo queramos trabajar.
Esta es una lista de los elementos básicos para montar un gimnasio en casa:
- Mancuernas.
- Bandas Elásticas
- Esterilla
- Cinta para correr
- Espejo
- Pesas
- Pelota de pilates.
- Zapatillas de deporte que sobre todo transpiren bien y tengan una buena suela que a la vez agarre y amortigüe correctamente.
Con este material, te aseguramos que tendrás más que suficiente para empezar a hacer todo el deporte que quieras en tu propio hogar.
Lo básico es tener un plan. Qué quieres mejorar de tu cuerpo y cómo es lo principal. A partir de aquí, seleccionar el lugar donde hacerlo, qué ejercicios realizar y lo más importante: mentalizarse de conseguir una rutina diaria que permita alcanzar los objetivos.
1-. Fija para ello un horario y en lo posible mantenlo, así siempre nos aseguraremos de que tendremos un tiempo reservado para nosotros mismo independientemente de las demás tareas que tendremos que realizar.
La constancia es importante y tenemos que evitar a toda costa el “un día sí y el otro no”
2-. Encuentra una buena música que te estimule y te anime a hacer el ejercicio. Cada persona es un mundo, y no nos atrevemos a recomendar ninguna, pero a nosotras nos encanta esta.
3-. Usa ropa adecuada para realizar tus sesiones, vístete tal cual como si fueras a asistir al gimnasio, unas buenas zapatillas, ropa transpirable y lo más cómoda posible para que puedas hacer mejores desplazamientos.
Con una buena rutina de entrenamiento, todo es posible.
4-. La hidratación es muy importante cuando estés ejercitándote, mantén agua o cualquier otro liquido de tu agrado cerca de ti como un té verde y aleja las bebidas con gas.
5-. Los entrenamientos se deben planificar siguiendo las instrucciones de un experto en la materia o sencillamente seguir las rutinas que algún medio te proporcione. Si decides hacerlos sin ningún tipo de asesoramiento seguro que los resultados y esfuerzos van a ser en vano.
6-. El calentamiento y estiramiento son necesarios tal cual como si estuvieras en un gimnasio, los resultados serán satisfactorios y te ejercitarás de manera segura, evitando posibles lesiones. Siempre es mejor dejarse asesorar por quien tiene un buen conocimiento.
7-. Artículos como libros, teléfonos móviles, etc., lo que hacen es conseguir una distracción innecesaria ante cualquier pequeño descuido, lo que lograremos será cortar el seguimiento y por ende los resultados no serán los esperados. Así que mejor ponerse un par de cascos con música.